Living life like a falling rock


Hace unos meses, que decidí ampliar de jornada.

Cuando tomé dicha decisión, realmente no pensé en todo lo que se me venía encima. Hubo muchos cambios. Cambios que me dolieron profundamente.Sabía, que tarde o temprano debía de tomar dicha decisión y al final se precipitó.

Las cosas, no podían seguir yendo cómo estaban yendo, debía de tomar cartas en el asunto y cómo viene siendo natural últimamente en mí no pensé demasiado y actué.

Para los que me conocéis, sabéis que pienso demasiado, cosa que me extraña en ver como actúo.

Lo cierto es que he dejado de hacer muchas cosas tras ese salto. He apartado la carrera por completo y he dedicado más a ese trabajo de lo que realmente debía hacer. Y lo digo, porqué me encuentro haciendo un trabajo que no me gusta, que no me llena y que cada día significa subir una montaña, pero es la decisión que tomé.
Acertada o no, dada la siniestra situación del mundo laboral actual y mi escasa experiencia en un mundo profesional que nunca me había preocupado en obtener, me doy cuenta que navego sin rumbo.

Navego en un mar de olas encrespadas, aguantando sin objetivos ni metas que lograr, cuya única misión es simplemente mantenerse a flote. Muchas cosas han de cambiar en mi vida, pero reconozco que soy un grandísimo vago. Creo que tengo la capacidad, sé que tengo la capacidad para lograr lo que quiera, lo único es que carezco de la capacidad de intentarlo, porqué cuando pienso en ello, sólo veo las pegas.

Si siempre haces lo mismo, siempre obtendrás el mismo resultado cómo bien dicen.

Quizá va siendo hora que me decida a romper la ecuación, que actúe aunque no sepa cómo…

.

0 comentarios :

Publicar un comentario