El tiempo ha pasado y las cosas parecen haber cambiado. Has madurado y conseguido cambiar muchas de las cosas que siempre pretendiste, pero en el fondo te sigues sintiendo como aquel niño perdido de antaño. Dudas que nunca han desaparecido y sueños que lentamente han sido sustituidos y encerrados en una caja por considerarlos absurdos e infantiles, porque a fin de cuentas, siempre los viste demasiado grandes para ti, que te superaban, aún a pesar de ser alguien que no se rinde con facilidad, pero siempre fui más realista, y preferiste moverte sobre seguro, no apostar ni arriesgar. Pero la caja no logra silenciar los gritos e intenta abrirse continuamente y te llegan susurros de y si…? Y si lo hubieras intentado?. Y si hubieras apostado por ellos?. Quizás no fueras suficientemente bueno, quizás no hubieras conseguido nada pero y si ahora fueras capaz de vivir sin remordimientos pudiendo llevar la cabeza bien alta?. Pero esa parte de ti será apagada nuevamente, ahogada por lo que tu crees que es la realidad, por lo que sientes que debes ser y lo que se espera de ti. Mañana será un nuevo día, aunque sea exactamente igual que el anterior, porque a fin de cuentas, no es lo que has buscado?, la seguridad, la estabilidad, aunque no fuera lo que realmente te hiciera sentir completo?, entonces porque te sientes así?
 


Princesa, princesa… aún sigue dormida?.
Es que a caso no eran ciertas todas aquellas historias de que un beso verdadero la liberaría de tan horrible pesadilla?.
Oh Dioses malditos!….que debo hacer para despertarla de tan terrible conjuro?.
Cierro los ojos y sueño que cabalgábamos juntos de nuevo cruzando amaneceres. Su cabello al viento desprendiendo esa leve oler afrutada, notando sus manos agarradas a mi espalda, temerosa de lastimarse.
Pero ahora no logro romper el hechizo y sigue sin despertar. Permanece profundamente dormida con una sonrisa en sus labios, creyóse ser un dulce letargo, sin embargo, convirtióse en una pesadilla para mi persona.
Es que acaso no correspondo a la persona que la sacaría de él?. Yo que crucé valles, escalé las montañas más rocosas y me enfrenté a los dragones más temerosos del reino, como puede ser posible que todo ello, no sea suficiente para vos?!.
Aquí de pie a su lado me hallo mientras le agarro la mano con fuerza, notando como se escapa lentamente su vida, maldiciendo al mago que la embrujó.
Tan solo quiero que despierte, que me abrace y me consuele.
Soy su príncipe, la persona que juró que la protegería de cualquier mal que apareciera en el reino.
Cualquier dolor que padece lo siento como propio, muero por dentro en cada susurro que se le escapa, temeroso de que sea el último.
No puedo seguir inmóvil, romperé la promesa que le hice de que no cruzaría la vieja frontera y la salvaré.
Besé sus labios de nuevo y le solté la mano. Juraría haber visto como unas lágrimas se le escapaban cayendo a través de sus mejillas.
Ensillé mi caballo y fui a recuperar la vieja espada maldita, custodiada por los séptimos. Sabía que pagaría caro por tan grave sacrilegio, pero que importaba ahora eso?, si ella muere, mi cordura se escaparía con ella, cualquier mal que me pudieran hacer, nada sería comparable a ello.
Mi vida depende de que despiertes y por ello sacrificaré lo que haga falta.



La oscuridad lo habitaba todo yacías completamente a su merced, consumiéndote lentamente. Sólo una pequeña luz restaba en tu interior intentando cicatrizar las heridas.

Cada vez más profundas, seguía forzándote a seguir, gritando que a pesar de carecer de piernas aún podías arrastrarte.

No iban a acudir a tus gritos, quizás no les mostraste suficiente, quizá no fueron lo suficientemente altos, siempre fuiste el culpable te decías.

Tu, tu y tu, siempre fuiste el peor enemigo.

Porque mientras los últimos rayos intentaban hacerte brillar, solamente te molestabas en darles esquinazo.

Quien se levantó, quien se obligó a seguir, quién tomó cada una de las decisiones que te han llevado a donde estás ahora.
Tu orgullo, tu testarudez, tus fuerzas y energías, dejando por el camino todas esas frías noches donde los demonios te poseyeron y te robaron tanto.

Que más da ahora?.
Porqué sigues intentando huir de ella?, porque no eres capaz de arrancarlo y iluminarlo todo?, eres tu la respuesta, todo lo demás, no importa.

Has encontrado el camino que te has merecido, el que forjaste con sangre, nada te fue regalado.
Así que ahora no gires ni por un segundo la cabeza con arrepentimiento, como si no te lo merecieras, como si debieras algo, como si no fueras lo suficientemente importante como para no valorarte.

Porque siempre fuiste tu propia canción.
 



En tan sólo un instante, quizá en lo que dura un parpadeo, lo comprendes todo.
Una simple rozadura hace despertar algo que siempre estuvo ahí, oculto bajo las capas de oscuridad.
Y ya no dudas.
Tu mente desenfrenada consigue darle unos segundos al pause y mostrarte, la verdad.
Sonríes. Aunque sabes que la sabiduría recién adquirida durará poco, pero lo suficiente, como para dejarte una quemadura, que te recordará que un día lo supiste.
Y ella te mantendrá a flote. Te acompañará como una sombra, para cuando lo olvides, te clave el puñal y te sangre de nuevo.
Te recordará que ya está, que un día lo lograste, que esos breves segundos te mostraron que todo ese sufrimiento, esas heridas valieron la pena, que te tienes que seguir levantando y luchando.


Voy a ser la brisa en tu espalda no quien te escupa en la frente.



Nacida en el seno de una familia como cualquier otra, nunca tuve una madre que me diera un nombre, una identidad, siendo vulgarmente bautizada como la destructora de mundos, la Diosa cuya misión es la de acabar con toda esperanza.
Todos odiarían tan terrible sino, sin embargo he aprendido a sobrevivir con tan terrible carga, porque mi misión, está por encima de sentimientos, ideales o creencias.
Sesgando vidas inclusive a temprana edad, justas e injustas y cargando en las espaldas injurias, nunca he dejado una sin cumplir.
Maldita de nacimiento, convertida en la nueva parca, tuve que arrebatar la vida a la persona que juré amar para siempre, lo cual he hecho hasta el día de hoy, siendo condenada a vagar sola por el universo, arrasando todo a mi paso con la única esperanza, que quizá y solo quizá, algún día podría volver a yacer con mi amado en la tierra prometida. Sin embargo, la inmortalidad que me fue impuesta, que con tanto anhelo ansían reyes y caballeros, lo convierte en un imposible, como el beso entre la luna y el sol.
Pude agachar la cabeza, convertirme en el oscuro como predecesores de antaño, renunciar a toda esperanza, pero contrariamente a todo, decidí cambiar el ciclo. Seguí siendo la portadora de luz que descubrió y tomé las riendas de mi destino. Aunque siempre supe que mis actos me condenarían eternamente, a pesar de tener que vivir con las manos ensangrentadas odiada por todos, jamás dejaría de ser la persona que sus ojos reflejaron.
Durante siglos estuve perdida en mares planetarios, deseosa de terminar con todo, sin comprender, que a pesar del destino que me había sido impuesto, podía luchar contra él, porque aunque sirviera de bien poco, la esperanza de lograr el cambio, mantenía viva en mi interior, la única parte buena que me quedaba.
Me diste la vida, me diste la luz, las tinieblas jamás conseguirán arrebatármelo.
Soy la destructora de mundos y a pesar de lograr poderosos enemigos, de ser odiada por todos, soy capaz de amar, sentir y ser amada.
No hay condena eterna que no fuera capaz de pagar por tan solo verte una vez más, no hay condena eterna que haga que lo siga intentando.

 

Sonaba un ruido ensordecedor en su interior, robándole las noches, los días y los sueños.
De donde provenía y como podía silenciarlo, se preguntaba?.

Ciego, sordo, estúpido, es que no lo entiendes?.

Nunca viste más allá de tus pérdidas, siempre esperando a que la tormenta amainara.
Tú eres la tormenta. La furia, la pasión, la obstinación, las alegrías y las tristezas, tan jodidamente inestable que no lo viste a pesar de tenerlo delante de tus propias narices.
Porque ahora con la piel hecha jirones, vagando sin destino, te das cuenta de donde proviene.

Tocándote desde dentro, tu piel arde a su paso, mientras te remiendas.
Funde cada trozo que quedó por el camino de nuevo a tu cuerpo y te levantas más fuerte que nunca.

Ese ruido que tanto te molestaba, que te robaba tantas horas de sueño, siempre fue la respuesta a tus preguntas.
Preguntas que nunca te atreviste a decir en voz alta.

Y sonríes.

Porque a pesar de todas las cicatrices que te quedaron y todas las heridas de guerra, has sobrevivido y solo puedes desear, que jamás se apague.


There's a drumming noise inside my head
That starts when you're around
I swear that you could hear it
It makes such an all mighty sound


Perdido.

Creí encontrarme. Creí finalmente que iba a poder sentarme a descansar, a admirar el paisaje, a poder relajarme y a poder ser feliz. Creí, que después de tanto tiempo, ya lo había encontrado todo.
Pero de nuevo, me acechan las viejas sombras, las que me impiden permanecer quieto durante mucho tiempo en un mismo sitio. La que me susurran que no me detenga.
Luché contra ellas, ignorándolas por completo, pero ahora entiendo, que quizás debiera olvidar todo lo aprendido, dejar de lado todo lo racional y prestarles un poco de atención, porque simplemente me han demostrado que siempre aciertan.

Ellas me comprenden mejor que yo mismo, lo que espero, lo que obtengo, y cuando no es suficiente, cuando saben que no compensa, gritan. Arrancan a jirones mi piel, haciendo que sangren de nuevo mis heridas intentando que mi estúpida cabezota les haga caso por una vez.

Vives de migajas, como si solo merecieras eso.

Quizá es el momento para cambiarlo, quizá es el momento, para que luchen por ti.

El que quiera peces que se moje el culo.